domingo, 13 de septiembre de 2009

Y pensar que hay cosas mas importantes de las cuales ocuparse

Que mi empresa de telefonía celular me mande un mensajito avisándome que por tres días me regalaba 5000 (si, si cinco mil!!!) mensajes gratis, me abre un espectro atemorizante de posibilidades:

  • trato de gastarlos todos (misión imposible si las hay) sin importar que mensajes mando o a quien?
  • me quedo en el molde, tranchi, dejando que expiren sin que se me mueva un pelo?
  • me mandaré una cagada y enviaré ese mensaje que no puedo y no debo mandar?

Ay por favor, me mata la incertidumbre. La linea que separa mi no puedo/no debo hacerlo a ups, I did it again, fluctúa considerablemente según la hora, el día, mi nivel de aburrimiento y, cada vez menos (debo decir orgullosamente) al nivel etílico en mi sangre.

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