Semana super complicada, no solo por mi pesimismo recurrente, sino también por, por ejemplo, mi abula.

Mi abula, después de mas de seis semanas con el tobillo quebrado, hoy pudo librarse de todo, del yeso de la bota y empezar a caminar. Fue bastante agotador tener que ir a la casa todo el tiempo para ayudarla a ir al baño, bañarse, acompañarla, que pueda cenar, etc, etc. Por supuesto, todo tiene su lado malo (si no yo no seria yo!), y la perra que le alquila el departamento decidió aumentarle el alquiler desmedidamente, y estamos en el veremos, si alquilamos otro departamento, que se mude con alguno de sus hijos y nietos o poder convencer a la mina que no le aumente tanto.

Seguiremos ampliando.