Y yo me quejaba

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No podes tener tanta mala leche! Dios verdaderamente no te quiere si te pasa esto no?


Prometo que a partir del proximo post dejo estos posts medio ladris.

Hasta los monos trabajan

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Nótese por favor la excelencia de mi trabajo en el paint...

La venganza será terrible

Yo creía que el incidente con la paloma era un hecho aislado, pero después de lo que me pasó el sábado, ya me estoy empezando a preocupar. Resulta que como el día estaba tan lindo, en vez de tomar el colectivo, decidí caminar desde mi casa hasta lo de mi abuela.



Caminando por el solcito, sentía que la vida era buena, hasta mi personalidad deprimente sabia apreciar el lindo día que hacia.



Obviamente, las cosas no podían seguir así. Mientras pasaba por una plaza, sentí gotitas en mi brazo, me miro y lo primero que pensé es que algún nene me había mojado, pero me paré a mirarme mejor y no, una paloma me había cagado!



Cuantas son las probabilidades que en una misma semana, haya tenido dos encuentros con estas ratitas con alas? Si ven una chica de Caballito por Crónica atacada por una bandada de pajaros como en cierta película muy conocida, sabrán que soy yo. Este post es la prueba fehaciente que yo ya sabia lo que me podía pasar!!

Encuentros cercanos del tercer tipo

Como si no me pasaran ya bastantes cosas raras, ayer se me metió una paloma al auto.

Iba con madre, tranquila, y pasamos por una calle donde siempre hay un grupo enorme de palomas. Las muy trolas siempre vuelan en bandada y parecería que se chocan contra el auto, pero siempre salimos ilesas. Pero no, ayer decidieron romper el pacto, y mientras todas revoloteaban de aquí para allá, una (desorientada quizá?) se metió por la ventanilla abierta.

De más está decir el cagazo padre que nos pegamos con mi señora madre, pero gracias a su temple salimos sanas y salvas de la situación.



La paloma? Bien, se comió un par de golpes de mi parte, pero la ultima vez que la vi, salía por la ventanilla abierta vivita y coleando.

Mirar o no mirar that is the question...

Hoy, me acerqué al jefe de personal de mi empresa para comentarle algo, cuando noto que al lado de su mano estaba el listado de todo el personal con sus respectivos sueldos.

Por un momento tuve un dilema moral entre si estaba bien o mal mirar, pero obviamente no me pude resistir y empecé a pispear un poco.

Lo que vi, me deprimió y me arruinó el día: la telefonista, que es una oligofrenica mental, gana mucho más que yo (que, a diferencia de ella, soy buena empleada)



Yo me pregunto no?, a quien le debo entregar mi cuerpo para obtener esa suma de dinero, o más interesante aún, a quien ella le está entregando el suyo?

Este calor infernal que nos va a acompañar durante (por lo menos) los próximos tres meses, trae como consecuencia que cada vez que estoy a 15 minutos de casa, me pregunte si apagué el aire acondicionado o si mi pobre departamentito sufrirá una inundación propia de la peor tormenta tropical.

Soy yo nada más o es ya un signo de la decadencia que conlleva mis mal llevados 26 años?