Nunca, nunca hay que entrar al Facebook si no te sentís esplendida, segura de vos misma; y hoy comprobé por qué.
Me pongo a jugar a un jueguito en el que te dan seis letras, y vos tenés que formar palabras de tres, cuatro, cinco y seis letras y sumar puntos. Me aburro, y veo que una compañera de la secundaria agregó unas fotos; me pongo a mirarlas, y cada vez que apretaba siguiente, iba entendiendo que estaba viendo: la mina se había casado por civil. Ayer.
O sea, me alegro por la mina, que lindo pero no da. Ivana había entrado el mismo año que yo en mi nuevo colegio, y de entrada le cayó mal a todo el mundo. No se si habrá sido porque decía
corrector en vez de
liquid paper, porque hablaba de la maravillosa vida que llevaba en Usuahia (que era invento tras invento), porque se hacia la madura o por lo garca que era.
La jodimos mucho ese año, y los dos siguientes hasta terminar la secundaria. Influyó también que yo enseguida me hice amiga de todo el mundo, me puse de novia con uno de los chicos del grupo "popular" (trate de buscar otro termino, pero este es el que calza mejor) y me integré enseguida, así que la sentía totalmente ajena a mi.
Ivana tenia mucho sobrepeso, y usaba ropa toda apretada, que en alguien con 20 kilos menos quedaría barbara, pero a ella la hacia parecer un matambre. La ropa que usaba era de persona mayor, de 30, 40 años; y eso la hacia alejarse aun más de nosotros.
Y hoy, vengo a enterarme que la mina se casó. Pude inferir que también se recibió. Amarga como es, en ninguna de las fotos sonríe, desbordante de felicidad como supongo que haré yo el día que pase por el civil.
Y ahora, que hago yo con mis pocas ganas de estudiar, con mi vida amorosa de vuelta a foja cero, cuestionando cada una de mis decisiones y cada persona que me rodea, y con mi vida laboral al borde de un homicidio/suicidio? eh?
FACEBOOK LA CONCHA DE TU MADRE